La norma ASTM B117 es una prueba estándar que se realiza para determinar el efecto corrosivo de la sal en objetos metálicos. Se realiza rociando sal sobre una muestra (pieza) alojada en una cámara cerrada. Ésta es una forma acelerada para la prueba de corrosión atmosférica. En esta prueba, se asemeja la atmósfera corrosiva, lo que permite completar la prueba en menos tiempo del que ocurriría naturalmente con estos procesos corrosivos. Esto se debe a que las condiciones en esta prueba son normalmente más críticas que las presentes en el entorno natural.
La norma ASTM B117 también se conoce como prueba de niebla salina o prueba de niebla.
En una prueba ASTM B117, una muestra metálica se aloja en una cámara controlada y se rocía en diferentes ángulos y ubicaciones con una solución salina. La concentración de sal (NACl) suele ser más alta que en la atmósfera y oscila entre el 3,5 y el 20 por ciento. Las cámaras vienen en diferentes tamaños y los diseños van desde tamaños pequeños hasta salas o vestidores capaces de alojar gran número y tamaño de muestras.
Se utiliza una torre de humidificación con agua caliente desionizada para crear aire caliente y húmedo. Esto se logra haciendo burbujear aire comprimido a través de la torre. La solución salina se mezcla con el aire caliente y húmedo en la boquilla y se atomiza para formar una niebla corrosiva. La humedad relativa creada por esta niebla es del 100 por ciento. Cuando se desean condiciones de menor humedad, el aire se dispersa en la zona de exposición de la cámara.
Es posible que esta prueba no brinde exactamente los mismos resultados que se producirían en condiciones similares en el entorno natural debido a las altas concentraciones del elemento corrosivo y las altas temperaturas que generalmente no ocurren en la atmósfera. Sin embargo, la norma ASTM B117 es una prueba valiosa que afecta a todas las industrias en términos de control de calidad. Ayuda a determinar los materiales adecuados para un entorno específico y brinda información útil que se puede utilizar al desarrollar recubrimientos y nuevos materiales. Los principales sectores que se benefician de estas pruebas son las industrias aeronáutica, de automotriz, transporte, infraestructuras y pintura.
